domingo, 17 de abril de 2011

Déjame sentir

Desnudo, sin fuerzas, sin ganas de seguir en tu regazo,
buscando la forma de salir de ti y escapar sin volver a estar
sobre tu pecho informe, sobre tu cuerpo ardiendo,
sobre tu espalda oscura... sobre tu muerte incierta.

Escapar, no escuchar. Sentirme mío por primera vez
y dejar de entregarte el alma sin mirar, sin padecer.

Sentir que mis manos me tocan y que se han ido de tu cuello,
que anidan en mi sexo hasta enfriar mis ganas
o hasta que en la madrugada vuelva a despertar taimado,
acorralado por tu desintegrado cuerpo.

Alejado de tu aliento y ensordecido en mi deseo
sin poder escucharte un minuto más
porque no quiero que vuelvas a estar apabullandome
y destrozando mi mundo,
atormentando mis días, enloqueciendo mi vida.

Aléjate y déjame que ya he perdido el amor por ti
y no quiero más que sentir que mi ser está intacto
y tu sombra se borró... que todo llegó al fin.


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