martes, 30 de abril de 2013

1 DE MAYO: ¡A LUCHAR!

Los últimos datos del paro, publicados hace tan sólo unos días, nos muestran una realidad que durante el último año el Gobierno de España nos ha querido maquillar: la Reforma Laboral que aprobaron no sirve para nada, se sigue destruyendo empleo aceleradamente y lo peor es que no hay soluciones posibles a corto o mediano plazo para atajar la sangría del empleo.

Este será el Primero de Mayo más triste de los que se recuerdan en democracia. Con una tasa de paro superior al 27%, según los datos de la EPA, con un número que quema todas las retinas de los que somos sensibles al drama del desempleo: 6.202.700 personas sin trabajo, a los que Mariano Rajoy y su equipo de Gobierno proponen únicamente "paciencia". 

En tan sólo un año el Gobierno de la mentira ha incrementado las listas del paro en 563.200 personas, y los muy cínicos se congratulan de que el ritmo de destrucción de empleo ha disminuido, como si eso fuera algún consuelo.

Lo cierto es que el drama del paro se ceba especialmente con los jóvenes (la tasa de paro juvenil ronda el 60%) y las mujeres, que son el 27,61%. Más de medio millón de personas ya son parados de larga duración que no han encontrado trabajo desde hace más de un año. 

Y para todo eso Rajoy pide paciencia...

No se puede tener paciencia cuando el Partido Popular llegó a La Moncloa con un programa de gobierno lleno de mentiras, y del que sólo ha llevado a cabo el impulso de reformas legislativas que cercenan la libertad, como por ejemplo el proyecto estrella del Ministro Gallardón sobre el aborto; o, en otro caso, la "privatización" del litoral español con la nueva reforma de la Ley de Costas.

Prometieron crear millones de puestos de trabajo, y ya vamos rumbo al segundo año de gobierno conservador y lo único que han aportado al país son más personas desempleadas; precariedad en las relaciones laborales; exiliados económicos a diversos países de todo el planeta; la eliminación de becas y a las ayudas a la dependencia; el aumento del IRPF y el IVA; la negativa constante y sin razón a legislar en favor de la dación en pago y la pronta solución del problema de las hipotecas; a la criminalización y condena a muerte de los extranjeros sin permiso de residencia al negarles el acceso a la sanidad; un adoctrinamiento ideológico pretendiendo gobernar junto a la Conferencia Episcopal; y la promesa de volver a subir la edad de jubilación, con la excusa de que lo pide Europa. 

Engañaron a su electorado posicionándose radicalmente en contra de todas las políticas que precisamente hoy están llevando a cabo. Es un  gobierno, que aunque haya sido elegido democráticamente en las urnas, está ilegitimado para ejercer la acción de gobierno porque han hecho todo lo contrario a lo que se presentaron al examen ante los ciudadanos y ciudadanas. 

Responsabilidad política deben de tener todos los miembros del Gobierno. Por lo tanto, si se sintieran verdaderamente responsables estarían presentando ya mismo su dimisión. Pero no nos engañemos, intentarán aguantar estoicamente hasta final de la legislatura, a pesar de que el partido que les sustenta pasa por la más grave crisis que jamás haya tenido, embadurnado por casos de corrupción y una presunta financiación ilegal. Aguantarán a pesar de que una de sus Ministras está relacionada con dinero proveniente de la trama Gürtel. Ellos sí que tendrán paciencia y seguirán dando discursos en el Vaticano, mostrandose muy a favor de la derogación de la Ley de Matrimonio Igualitario.  

Este Primero de Mayo no hay lugar para las celebraciones. Los convenios colectivos están siendo quemados en piras de inconsciencia y abuso. La Reforma Laboral es un ataque brutal a los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Es la constatación del fracaso del gobierno de Rajoy. Todas las fuerzas las vamos a poner en las reivindicaciones de lo que es nuestro, de lo que nos pertenece como ciudadanos y ciudadanas.

Este Primero de Mayo, más que nunca, debemos gritar con fuerza que estamos aquí y que vamos a pelear por nuestros derechos, aunque nos repriman en las calles y nos quieran amordazar para que no podamos ni siquiera levantar la voz. 




Lesbianas y (in)Visibles

Por el simple hecho de ser mujeres ya parece que nacen marcadas, estigmatizadas, señaladas y condenadas a vivir constantemente defendiendo lo que es suyo; sus derechos, su vida. Tienen que luchar contra el mundo, contra su propio entorno para demostrar que son igualmente capaces que los hombres. Que esa burda falacia de que son "el sexo débil" no es más que la muestra de un pretendido ejercicio de dominación que ha funcionado durante muchos siglos, pero que llega a su final.

La propia Biblia ya las hace responsables del origen del pecado. Las mujeres son tan "malas" que llegaron a persuadir al "buen hombre" para que le comiera la manzana. Y eso que somos más de uno los que estamos convencidos de que ya había peras en el Edén, porque "las peras y las manzanas" existen desde el principio de los tiempos. 

En definitiva, la causa de las mujeres ha sido siempre enfrentarse a la opresión, defenderse del yugo del "sexo fuerte" y seguir adelante. Pero hay unas que llegan a sufrir muchas veces más que otras, simplemente por el hecho de ser negras, extranjeras, pobres o lesbianas. Una múltiple discriminación que aumenta exponencialmente las desigualdades que les afectan

La semana pasada conmemoramos el Día de la Visibilidad Lésbica, una fecha en la que la comunidad LGTB reivindica los derechos de las mujeres lesbianas: que se les vea y que ellas mismas decidan ser visibles. Tener referentes es algo sumamente importante, por eso se hace necesario el que políticas, empresarias, artistas y un largo etcétera de mujeres lesbianas, decidan dar el paso. 

Aparentemente en España las lesbianas lo tienen fácil. Sin embargo, siguen cargando en sus espaldas el peso del estigma como un pesado yunque. A pesar de todo ello, las leyes de matrimonio igualitario e identidad de género, aprobadas durante los últimos gobiernos socialistas, han ayudado grandemente a que esa salida del armario sea menos traumática. 

En otras latitudes las mujeres lesbianas sufren una persecución sistemática que les puede llevar a la cárcel, y el el peor de los casos a la muerte. África es el ejemplo más claro de esas políticas, con una veintena de países donde está prohibido cualquier manifestación de amor entre personas del mismo sexo. 

En algunos países africanos muchas mujeres han sido sometidas a "violaciones correctivas" para tratar de "curarlas" de la "enfermedad" que padecen. Y otras tantas son expulsadas de sus poblados por "brujas" y entregadas a las autoridades para que las juzguen. 

El oasis africano parece ser Sudáfrica, donde el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal. 

América Latina, por su parte, está viviendo un gran momento en la lucha por los derechos LGTB. Argentina y Uruguay ya cuentan con leyes en favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. El Congreso colombiano acaba de rechazar una proposición de ley para regular el matrimonio LGTB en el país, tal y como obliga una sentencia del Tribunal Supremo. A pesar de ello, Colombia es un país donde se reconocen uniones civiles a los homosexuales, al igual que Ecuador, Brasil; algunos estados de México, y en Norteamérica Canadá y algunos estados de los Estados Unidos, que reconocen matrimonio o uniones civiles indistintamente. 

España ha servido de faro a muchos países de su entorno, tanto en Europa, donde podemos mencionar la reciente aprobación del matrimonio igualitario en Francia; como en América, donde los países de habla hispana se están apuntando al carro de la ampliación de derechos. 

La visibilidad ayuda. Por eso es importante que trabajemos para que esa visibilidad, para que el disfrute de los plenos derechos ciudadanos sean posibles. 

El año que viene estaremos celebran otro día más de la visibilidad lésbica, y seguro que ya serán más los nombres y los rostros de ellas. 

domingo, 14 de abril de 2013

MONARQUÍA O REPÚBLICA

Monarquía o República. En España parece el debate eterno que nunca encuentra una solución. Lo cierto es que la Monarquía es una institución arcaica que se fundamenta en la supremacía de uno/a (Rey o Reina) sobre los otros. Por más Monarquía Parlamentaria que nos arrope, es una contradicción mantener a unas personas de forma vitalicia en un cargo, que además será dejado en herencia a sus descendientes, cuando nuestra Constitución proclama la igualdad de todas y todos los españoles. 

No hay igualdad cuando una familia recibe un trato diferente al resto de las familias. No puede haber igualdad si el Jefe del Estado goza de una impunidad que le blinda ante cualquier intento de procesamiento judicial, mientras a cualquier hijo de los palotes se lo llevan a la cárcel por participar en una manifestación en la que sólo está defendiendo lo que es suyo, lo único que le queda: la libertad, su dignidad.

La institución monárquica se encuentra en sus horas más bajas. El "juancarlismo" está sumamente trastocado. Ya no es posible seguir manteniendo el discurso de las bondades del Rey Juan Carlos durante la transición, y ya ni siquiera vale el papel que desempeñó durante el golpe de estado del 23-F. Los escándalos protagonizados por su familia, y por él mismo, han prendido la mecha ciudadana y el sentir republicano vuelve a sentirse con más fuerza, a gritar y a pedir abiertamente la proclamación de la III República.

No sé si será más o menos caro mantener una república, quizá tampoco sea el sistema político más perfecto. Pero sí que garantiza una cosa: el hecho de que todas y todos tenemos las mismas oportunidades nos apellidemos González, Pérez, Fernandez o Borbón.

Viva la República!!!