Aunque la luz de la mañana te despierte con su prima caricia,
Aunque mi brazo deje de rodear tu cintura en plena madrugada
O cuando dejes de sentir por momentos el aire que refresca tu nuca.
Quédate a dormir sobre mi cama porque quiero ver tu cuerpo entero,
Recorrerlo con mis ojos de pasión inyectos
Y de nuevo, sin tormentos, poseerlo.
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