...y nos vamos poniendo viejos, como dice el conocido refran. Y no miente en nada la, para algunos, tormentosa frase. No miente porque realmente nos vamos poniendo viejos. Comienzan a salir las arrugas, la calvicie se apodera de nuestro ser como un mal presagio que anuncia una decadencia inminente y que va reconfiguranado nuestra carta de prensentación más visible: el rostro (que en algunos casos y solo en algunos) ha sido hermoso. La indómita juventud languidese y se ve cada día, cada hora, cada minuto mucho más lejana. Digo que es tormentoso recordar frente al espejo lo verdadero de estas palabras porque se pasa mal. Muy mal diría yo. No es facil (me imagino, porque a mis veinte y pocos años no he llegado a experimentarlo) observar como tu tersa piel se vuelve flascida con unos surcos incómodos y con ese desgane corporal que te entra hasta los huesos. La mente no aguanta más y se sume en la depresión. Pero gracias al cielo (o quién sabe a quien o a qué) eso se supera rápido. Y no hay más que una razón y es la que dice que los maduritos también tienen su punto. La verdad es que muchos maduritos y maduritas tienen ese puntito que muchos veinteañeros desearían tener y no le importa llegar a viejos. Mientras otros se aferran con uñas y dientes a la juventud, y al parecer han encontrado el elixir de la juventud eterna, sino nada más hay que ver a la mitica Cher a la que no se le mueve ni un solo pellejito la muy...buena gente ella, que es más maja.... También está Madonna, que se conserva muy bien a sus cincuenta abriles (que podrían ser otoños, pero que ella no deja que llegue esa estación a su vida). O alguien un poco más cercano: Ricky Martin, que es como el buen vino... Lo cierto es que llegando a ella aferrandonos a un modelo perfecto de Adonis sin que a penas se noten los cambios o asumiendola con las cargas que nos trae, siempre es bueno llegar a viejo. La edad nos aporta experiencias. No la edad en sí, el cumplir años, sino el hecho de que por ese suceso cronológico estamos más tiempo expuestos a las situaciones que se suceden a diario en la vida cotidiana, a nuestro alrededor y participamos de ello, de eso que está ocurriendo. Despertamos cada día agradecidos de estar vivos, y aunque sea con ochenta años siempre estaremos agradecidos de poder levantarnos y ver la luz del día. El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos...pero lo disfrutamos al menos. |
sábado, 10 de noviembre de 2007
EL TIEMPO PASA...
martes, 6 de noviembre de 2007
163 AÑOS DE CONSTITUCIONALISMO DOMINICANO
El 6 de noviembre de 1844 vio la luz el primer texto constitucional dominicano surgido de aquella prima Asamblea Constituyente que se reunió en la ciudad sureña de San Cristóbal. Lo que allí se puso de manifiesto fue la consecución del sueño del pueblo dominicano de verse finalmente libre de toda dominación extranjera, dándose una Carta Magna que desde aquel momento regiría los destinos del país llevándolo por un nuevo camino de libertad. No obstante, llegar a la Asamblea Constituyente de noviembre de 1844 no fue fácil. El camino para tener la vía libre hasta esos días se tubo que trillar con fuego y sangre en los campos de batalla de Azua y el norte del país. Las disputas políticas colmaron todo el ambiente de la época. El criterio santanista se impuso y se dieron poderes extraordinarios al Presidente de la República. No era el primer texto constitucional bajo el cual se regían los dominicanos. Hasta el momento de la proclamación de la separación y mientras nuestra nación se encontraba adherida a la República de Haití estuvimos bajo los mandatos de la constitución haitiana. Pero antes, cuando la dominación española, hasta el 1 de diciembre de 1821, día en que se proclama la independencia del Estado Independiente del Haití Español del dominio de la metrópoli peninsular, la antigua colonia española respondía a los designios de la constitución de 1812. Nuestra constitución ha sufrido a lo largo de la historia constantes cambios y modificaciones. Ha sido sustituida varias veces de acuerdo al régimen político de turno. Se ha hecho con ella casi lo que los gobernantes han querido hacer hasta el punto de considerarla "un pedazo de papel". La vigente es la de 1966, remendada en varía ocasiones. En la actualidad se pretende una reforma constitucional, que se hace más que necesaria, la que ha abierto un encarnizado debate de fondo y de forma. |
viernes, 2 de noviembre de 2007
Algo para comenzar.
Empezar es siempre dar un paso importante. Muchas veces no es fácil, pero cuando nos lanzamos a ello puede resultar una aventura muy especial. Lo difícil es el decidirse o a veces ni siquiera eso, sino el tiempo, la imposibilidad de acceder a determinadas cuestiones que resultan necesarias para la consecución del resultado esperado, o diciéndolo de otro modo, para dar inicio a lo deseado. He comenzado ya y espero que este inicio sea eso: el inicio de una larga historia que comienza su camino este día. Amín Arias |
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