Hacer las cosas una y otra vez con la creencia total de que no puede ir peor es un tanto..arriesgado. Pensar en que lo tienes todo calculado sin considerar el margen de error es muy peligroso. Y lo que se puede destapar de tu gran metida de pata es una situación no muy agradable...verdaderamente nada agradable y mucho menos propicia para todos los que estuvieran dentro de la caja de pandora. Las relaciones interpersonales son muy complicadas, por otro lado. Pero aveces conoces personas que son muy interesantes. Y es cuando vienen las complicaciones. Los sentimientos se pueden confundir entre una marisma de cuestiones que suben a medida que se va robusteciendo la pleamar. Y si ya tienes una historia empezada es mas complicado todavía. Lo malo es que, sin quererlo, sin proponértelo siquiera, haces daño... y luego todo se revierte contra ti. Y llega el momento en el que todo sale a la luz y te quedas sin pito y sin flauta. Lloras, no sabes que hacer y es el momento en el que salen más veces seguidas de tu boca decir "lo siento". Y lo sientes de verdad, pero has perdido la credibilidad y es muy difícil para los afectados retomar el camino de la felicidad que trillaban a tu lado. Es muy difícil. Pero al final, como la mar que vuelve a su nivel, todo alcanza la calma. La segunda oportunidad se da cita y no es momento ni hay razones para desaprovecharla. |
domingo, 6 de enero de 2008
Las segundas oportunidades
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